***La compañía de danza contemporánea se adentra en la composición coreográfica a través del video
***»Distopía» es una pieza sórdida, como el sistema social global del mundo de hoy
Tijuana BC, 10 de noviembre de 2020.- La distopía es la existencia de una sociedad indeseable para sí misma, un tejido de células amorfas y deshumanizadas, con sistemas de gobiernos tiranos, dictadores, abusivos, provocadora de la descomposición de su entorno, sociedades caóticas, tóxicas, que imaginaron pensadores, escritores y filósofos del temprano siglo XVI, quienes plantearon término, significado, historias y pensamiento sobre dicho vocablo a manera de ficción, pero que hoy es, sin duda, una realidad pintada.
Así, basados en esta premisa los integrantes de la compañía de danza contemporánea Péndulo Cero, se adentraron en la composición coreográfica para video a través de su pieza fílmica «Distopía», en donde nos plantean 3 escenarios del absurdo, del antes absurdo, hoy verdadero.
Una video-danza con un tinte que aún es un ejercicio en términos de edición, incluso de interpretación para la lente, si se considera que, a esta, hay que ignorarla casi la mayoría del tiempo y que si se plantea la posibilidad de una mirada a la misma, el actor, o el que danza, debe encontrar en la lente, un horizonte sórdido que le permita hacernos llegar una emoción, un sentimiento, o por qué no, un vacío, como el de la Distopía de su idea.
Vivimos tiempos difíciles, pandemia, economía resquebrajada, inseguridad, feminicidios, desastres naturales, corrupción, situaciones de drama-terror, entre lo que parece un mito para quienes han caído en lo profundo de lo que como sociedad vivimos, la Distopía de Péndulo Cero, es apenas una introducción al mundo de hoy, que a distancia de su pieza, se empieza a acostumbrar a sus males.
Así, en este apocalíptico escenario, la agrupación de danza contemporánea nos propone un sutil espejo de lo que somos, de lo que vivimos, de lo que construimos y destruimos a la vez, de cómo el dolor ajeno no nos agobia lo suficiente y en ocasiones hasta nos divierte, de nuestra capacidad para practicar la indiferencia, así como el hecho de crear submundos individuales internos, capaces de revivir flores muertas en medio del caos.
Como propuesta de danza en video, Distopía nos presenta movimiento corporal en locaciones donde es necesario que el cuerpo encaje, tanto en el espacio como con quien realmente lo habita, es decir, si se danzará en un canal de agua sucia, es necesario oler y mojarse, ser parte engarzada del canal, tal como se aprovecho la escena de la playa, donde se observa un no tan importante desnudo, si se le compara con lo simbólico de la interpretación, y de la atmósfera construida para la intérprete, Miroslava Wilson, las herramientas que arroparon la escena, y la composición cilíndrica ascendente de la misma; además del aprovechamiento de la iluminación natural.
Mención a parte merece la interpretación de la bailarina Pita Zapot, bailar, moverse elegantemente desde una silla que poco a poco remojan las olas del mar, mientras en un segundo plano aparecen sin motivo los hombres de blanco, efímeros, desapercibidos, ante el imponente y revolucionario vestido rojo de Zapot.
Así es «Distopía», sin pies ni cabeza, sin sentido, el absurdo del absurdo, en todo.
Para quienes deseen ver este trabajo de arte visual, se realizarán dos proyecciones presenciales este sábado 14 de noviembre en dos funciones 06:00 pm y 08:00 pm en el antiguo Cine Bujazán, mayores informes en las redes sociales de Péndulo Cero Danza Contemporánea.