CIERRAN CASA DE CULTURA «EL PÍPILA» POR FALTA DE PERSONAL, EL IMAC EN CONSTANTE DETERIORO

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**Pese a la reciente ratificación de Jesús Emmanuel Villalba como director del IMAC, la paramunicipal cultural va de picada
TIJUANA BC, 30 de agosto de 2022.- Desde el inicio de la presente administración municipal XXIV Ayuntamiento, una de las paramunicipales más vulneradas tanto en su infraestructura física, como en su contenido de operatividad, lo ha sido el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana (IMAC), que de más, ha venido a mucho menos.
Y es que con el fallecimiento de Mario Hernández Lamia el pasado mes de febrero, primer director del IMAC en la actual administración, Jesús Emmanuel Villalba había venido ostentándose como encargado de despacho durante un poco más de seis meses, hasta su ratificación el pasado 15 de agosto.
En dicho tiempo, el ahora director, pudo haber hecho la diferencia, en primera instancia remozando los inmuebles, por lo menos de las 4 Casas de Cultura que hasta este mes estaban en activo.
Lo anterior considerando que esta semana la Casa de Cultura «El Pípila» ubicada en el Este de la ciudad fue cerrada. Cabe resaltar que esta casa de cultura, atendía en promedio entre 1500 y 2000 usuarios mensuales; entre niñas, niños y jóvenes de esa comunidad, una zona con gran rezago social, con un al alto índice de delincuencia, en las que administraciones anteriores a los gobiernos municipales morenistas, se había logrado amalgamar a una población activa y asidua a la apreciación y práctica de la cultura y las artes; y por ende se había logrado un decremento en actos delictivos en la zona.
Dicho sea de paso, se había logrado también, la generación y diversificación de audiencias para las artes.
Usuarios de Casa de Cultura «El Pípila», manifestaron su inconformidad ante el cierre de este recinto que administrativa y operativamente depende del IMAC. Entre los muchos detalles que señalaron, apuntaron que su último coordinador Manuel Miranda Palacios, el segundo coordinador de dicha casa de cultura en estos primeros 10 meses de administración municipal, se vio obligado a renunciar considerando una baja espectacular en la matrícula inscrita para el último periodo de talleres artísticos y culturales de verano, la falta de maestros, la falta de personal de intendencia y mantenimiento, la falta de un coordinador académico que diera rumbo y sentido a la oferta educativa y cultural; sin contar la nula contratación de promotores culturales, personal administrativo, así como un vigilante nocturno, considerando el nivel de inseguridad que prevalece en esa zona.
Por si esto fuera poco, el IMAC ha venido viviendo una desbandada laboral entre despidos injustificados, actos abusivos en contra de los empleados, además de renuncias obligadas. Es decir, una atmósfera tensa, provocada por Abigaíl Sandra Edith Cisneros de la Cruz, subdirectora administrativa del IMAC, quien a decir de muchos empleados y exempleados de la paramunicipal quienes por miedo a represalias, o bien en el caso de los aún empleados, por miedo a perder sus trabajos, no se han atrevido a denunciar los abusos, ofensas, gritos y maltratos por parte de la subdirectora administrativa.
No hace mucho tiempo, Montserrat Popoca, promotora cultural del Museo de Historia de Tijuana (MUHTI) denunció a los directivos en cuestión acoso sexual por parte del coordinador del museo, Alejandro Loyo. La ahora exempleada, en su momento confió en los directivos quienes en castigo por denunciar el abuso que estaba viviendo, la removieron a trabajar a Casa de Cultura «El Pípila» hoy cerrada; mientras que el denunciado continúa en funciones.
A esto, hay que sumarle que las otras tres casas de cultura están pasando por la misma situación que la de «El Pípila», mínimo personal, matrícula desoladora en comparación a administraciones anteriores, programación mínima y no concordante con la actividad artística y cultural. El deterioro físico de las Casas de Cultura de la ciudad es inminente, sin aditamentos de limpieza, ni para personal para su mantenimiento es imposible brindar un derecho de calidad a la ciudadanía.
Cabe mencionar que, la Casa de la Cultura de Tijuana, en el año 2014 fue declarada Patrimonio Cultural del Estado, que es la casa de cultura más grande de México, y de donde han salido reconocidos exponentes de diferentes disciplinas artísticas a nivel internacional.
Está de más decir que, los directivos del IMAC carecen de experiencia, conocimiento, práctica, apreciación y por lo tanto de visión sobre las necesidades ciudadanas en términos de arte y cultura local. Sin embargo no está demás decir que la situación de toda la infraestructura cultural municipal de Tijuana está en riesgo, pendiendo de un hilo y que hoy en día representa una significativa área de oportunidad, pues no solo hay que levantar los inmuebles, sino también aterrizar y poner en marcha un plan de trabajo acorde a las actividades y objetivos propios de una instancia cultural; en donde tanto la oferta académica en materia artística, como la programación en todos sus espacios tiendan la contemporaneidad del arte, partiendo de un parámetro que identifique las necesidades por parte de la ciudadanía en este rubro, pero también, un genuino impulso al desarrollo artístico que justifique la labor del instituto a partir de la administración municipal.
Ya no hay tiempo para aprender, la función pública no es para experimentar. El IMAC necesita directivos con experiencia, rumbo y visión para el desarrollo ciudadano, no para intereses personales; así como un presupuesto digno que permita rescatar la infraestructura y la operatividad de todos los espacios de esta institución.

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