TIJUANA BC, 22 de abril de 2021.- El pasado jueves 15 de abril, quienes integran el equipo TIJUANA INNOVADORA encabezado por Don José Galicot realizó una interesante dinámica de debate entre los candidatos y candidatas a la gubernatura de Baja California, llamada «Reflexión México, escucha y decide».
En dicha actividad participaron los representantes de la coalición «Vamos por BC» Guadalupe Jones, Partido Redes Sociales Progresistas que abandera a Victoria Bentley, el empresario Jorge Ojeda por el Partido Fuerza México, Alcibíades García Lizardi por Movimiento Ciudadano y el activista social Carlos Atilano Peña por el Partido de Baja California.
Dicho embate mostró el nivel y la preparación de cada uno de los contendientes en temas como medio ambiente, salud, economía, seguridad, movilidad, educación, arte y cultura.
Es sorprende el desconocimiento sobre política cultural tanto en el estado, como en México, por parte de todos los participantes. Lamentable, su desconocimiento en términos históricos sobre las instituciones culturales en Baja California en las últimas tres décadas.
Escuchar a candidatos con un discurso cursi y romántico sobre lo que para ellos es necesario en términos de política cultural en el estado, nos da una lectura del poco tiempo y énfasis que han dedicado al importante papel que el sector cultural y artístico ha venido representando desde siempre de forma directa en las comunidades.
No se escuchó a ningún candidato reconocer lo que en materia de infraestructura cultural se ha logrado en gobiernos anteriores, mucho menos se les escuchó hablar de la urgente necesidad de reactivar las actividades en este rubro a la brevedad posible, considerando que de igual manera se debe recuperar a la audiencias, con el fin de identificar en cada rincón del estado líderes artísticos que incidan políticamente en sus comunidades para desarrollar programas de impacto social que los beneficien a través del arte.
Todos los candidatos que participaron en este embate se conformaron con ofrecer crear más centros comunitarios para dictar asignaturas artísticas a las comunidades marginadas, así como a generar mayores apoyos para la comunidad cultural; intención que evidencia su general desconocimiento relativo a los programas existentes en términos de becas tanto en el estado, como a nivel nacional.
No está de más informarles a los contendientes que, a lo largo de 30 años se han venido aplicando en Baja California, a través de las instituciones establecidas, mismas que en coordinación con agrupaciones artísticas independientes programas integrados con actividades de recreación y aprendizaje artístico a todos los rincones de Baja California, sin contar con la actividad que cada recinto cultural ya existente en el estado ejerce diariamente.
En tanto que, hoy en día, generar «apoyos» para la comunidad artística sigue resultado una dádiva, porque más que eso, este sector necesita que se legitimen sus derechos a la salud, a la seguridad, en términos también de lo laboral, sin que esto represente un privilegio para los artistas, promotores, gestores, productores y directores culturales, quienes a lo largo de estas tres décadas hemos sido forzados a sobrevivir con o sin el apoyo de las instituciones.
Ninguno de los candidatos habló de la importancia educacional e informativa a la que la ciudadanía tiene derecho y lo mucho que esta viñeta tiene que ver con el desarrollo del arte.
Por otro lado, ninguno abordó la urgencia de desarticular las mafias institucionales culturales, con el fin de beneficiar a muchos nuevos talentos y no sólo a unos cuantos.
Del mismo modo, es importantísimo generar programas que vinculen a la historia del estado y de cada uno de sus municipios al desarrollo cultural, así como establecer opciones de capacitación artística para todos los docentes que integran las plantas pedagógicas culturales de cada aula artística institucional, y que a su vez le permita a la ciudadanía avalar académicamente su desarrollo artístico.
Si bien es cierto que al momento nuestra máxima casa de estudios contiene en sus planes educativos licenciaturas en teatro, danza y artes visuales, también es cierto que eso no asegura, ni atesora la profesionalización artística en nuestro estado, el cual ya se percibe como una potencial capital cultural de exportación de arte contemporáneo al mundo entero, sobre todo la ciudad de Tijuana.
En fin, sería interesante que los candidatos antes de ofrecer «soluciones antiguas» al sector cultural y artístico bajacaliforniano, se asesoren y lean lo que en materia de política cultural se ha hecho en el estado y en México y entonces asesten un verdadero golpe de inteligencia que sustente sus buenas intenciones en pro del arte y la cultura.