Haciendo un poco de historia, hasta hace algunos años, la Muestra gozaba de un auge esplendoroso como resultado de una organización previa que consideraba a la comunidad dancística de la localidad en su organización y desarrollo; a lo que se le sumaba la infraestructura y peso del trabajo de promoción y difusión a partir de la misma institución, lo que garantizaba un gran número de público asistente, así como la diversificación de las audiencias.
Dentro de lo acostumbrado, 90 días antes de que arrancara la Muestra, ofrecían una conferencia de prensa en la que se anunciaban tanto la programación, como las diferentes actividades alternas que se suscitarían rumbo a Cuerpos en Tránsito, para esta edición no hubo tal.
El diseño de cartel, tanto impreso como electrónico que daba imagen al evento empezaba a exhibirse desde el mes de febrero, porque todo, formaba parte de una serie de acciones que de manera integral preparaban a la audiencia que gusta de la danza, lo que permitía asegurar una concurrencia digna a cada una de las actividades programadas en cada edición de Cuerpos en Tránsito.
En cuanto a la duración de la Muestra, antes eran 10 días de actividades, hoy se redujeron a 8 días. La calidad de la programación es buena, pero breve.
En el caso de la pieza de Delfos Danza Contemporánea, «Contradicciones: prismas de identidad», nos ofreció diálogo y danza como resultado de un laboratorio creativo que expone la importancia del ser en su esencia por el simple hecho de existir, encrucijadas humanas que resultan del coincidir en tiempos y espacios situacionales y cuyo único objetivo es la supervivencia misma, donde Delfos una vez más demostró el oficio y la experiencia tanto en lo creativo como en la escena.
Hoy viernes 28 de abril, la compañía israelí CATAMON Dance hizo lo propio con la pieza «Somewhere», obra en la que aducen la importancia de ponerle límites al cuerpo tras el absorto deseo de conectar con el entorno sin dejar de moverse. Esta enigmática pieza mostró al público asistente las posibilidades de dos cuerpos fuera de clichés, que se reconstruyen a partir de su existencia y con lo que haya. CATAMON Dance, repone sobre escena las infinitas posibilidades de nuestros cuerpos tanto en la vida misma, como en el espacio más austero donde nos toque desarrollarnos; lo mismo tras el humo de una guerra que termina, o en la desolación de cualquier playa virgen, desierta.
Mañana 29 de abril, toca el turno sobre la platea a la agrupación de danza «Pájaro Mosca» quienes nos presentarán una colaboración entre México y Costa Rica, con la pieza «Los ojos abiertos de ella», en punto de las 19:00 horas en la Sala de Espectáculos del CECUT, entrada libre.