CON JUNTA DE GOBIERNO INCOMPLETA, ALCALDE RATIFICA A ENCARGADA DE DESPACHO COMO DIRECTORA DEL IMAC

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**El Alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz ignora la reglamentación interna de la paramunicipal cultural y ratifica a la encargada de despacho como directora de IMAC

**Con tecnificado discurso el alcalde dice que para su gobierno el arte y la cultura son prioridad, ¿será?

**Solicitó votación, no presentó terna, y la ratificada  no presentó su currículo, ni plan de trabajo para el IMAC en el periodo 2024-2027

TIJUANA BC, 24 de octubre de 2024.- De acuerdo al Título II relativo a la integración del Junta de Gobierno del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana, el Artículo 9 señala textual que, «La Junta de Gobierno es el órgano jerárquicamente superior en la estructura del Instituto y se integrará de la siguiente forma:
I. El/la Presidente/a Municipal, quien presidirá el órgano de gobierno y en su
ausencia lo hará quién funja como titular de la Secretaría de Bienestar, con derecho
a voz y voto;
II. Los/as Regidores/as Presidentes/as de las siguientes comisiones:
a) Comisión de Bienestar Social;
b) Comisión de Educación, Cultura, Bibliotecas, Ciencia y Tecnología;
Última reforma P.O. No. 75, del 27 de noviembre de 2020
Reglamento Interno del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana, Baja California 5
c) Comisión de Desarrollo Económico, Turismo y Asuntos Fronterizos;
III. Tres representantes que pertenezcan a organismos empresariales, de
instituciones educativas, asociaciones civiles o colegios de profesionales
relacionados con la actividad de la Entidad».

Sin embargo, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz, con una junta de gobierno mínima presidida por él y dos regidoras, una en su posición de vocal que es Rogelia Arzola y la otra, Mónica Padilla, como presidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Bibliotecas, Ciencia y Tecnología ratificó como quien dice «a capricho» a la hasta hoy encargada de Despacho de la paramunicipal cultural municipal Guadalupe Haro.

Es decir, a esa endeble junta de gobierno del IMAC, le faltaron tres representantes ciudadanos y la figura de un regidor o regidora. Cabe señalar que, de acuerdo al Artículo II del reglamento interno de esta instancia, los tres representantes ciudadanos deberán pertenecer a organismos empresariales, de instituciones educativas, asociaciones civiles o colegios de profesionales relacionados con la actividad de la Entidad; detalle que no fue incluido en la improvisada y conveniente ratificación.

Eso por un lado, por otro, a Burgueño Ruiz se le olvida que no está descubriendo el agua hervida cuando «apasionadamente» dice que, “allá afuera hay un mundo de jóvenes que nos esperan con programas de acción, con estrategias de nivel que alimenten el alma”, porque la función principal el IMAC no es propiamente el camino romántico que él propone, sino que tiene por objeto apoyar, encauzar y promover la cultura entre las niñas, niños y adolescentes y ciudadanía en general, unificando criterios para su promoción, agrupando a los organismos y asociaciones involucradas en la promoción cultural, la creación de oferta cultural y la capacitación artística; ofreciendo espacios y programas culturales para uso y
disfrute de toda persona y creando la estructura social necesaria para el
desarrollo cultural integral de los habitantes de Tijuana en el ámbito social e
individual»; tal y como lo señala el reglamento de dicha instancia en su Artículo 2.

Así, para que un encargado de despacho pueda ser ratificado como director o directora del IMAC, debe formar parte de una terna propuesta por el alcalde, además de presentar un proyecto cultural por los tres años de gestión de la administración en turno y contar con al menos dos subdirectores que cubran las vacantes de la Subdirección Administrativa y la Subdirección de Desarrollo Cultural, ambas posiciones claves para el funcionamiento y operatividad de la paramunicipal.

Preocupante resulta el desconocimiento del Alcalde en razón del reglamento de esta paramunicipal cultural, y por lo tanto del resto de las paramunicipales, sobre todo cuando dicta frases de discurso como  «la importancia de que las y los tijuanenses cuenten con espacios dignos donde puedan desarrollar sus capacidades artísticas», dejando en claro que no tiene idea mínima del objetivo principal de este instituto, mucho menos de los objetivos particulares, que desconoce la infraestructura cultural municipal en su totalidad, su funcionalidad y el tremendo descuido en que se encuentra.

Por si esto fuera poco, abundó durante esta caprichosa ratificación que impulsará políticas públicas encaminadas a fortalecer los programas culturales ya existentes, y es aquí donde hacemos un paréntesis para cuestionar ¿a qué programas culturales existentes se refiere? si durante la administración pasada no hubo tales programas, solo un ciclo de actividades de mediana importancia como el de «Trayectorias culturales» y no porque la idea sea mala, sino porque no hubo visión para desarrollarla y difundirla.

Ahora, para que haya un mundo de jóvenes, como él los llamó, en espera de supuestos «programas de acción», por lo menos debe contar con un plan cultural que garantice tal promesa, al menos durante su primer año como presidente municipal.

Habló también de una mancuerna entre recurso público y el apoyo de la iniciativa privada porque «invertirá en arte y cultura como nunca antes»; y es aquí cuando abrimos un segundo paréntesis para preguntar ¿A caso ya determinó el monto presupuestal anual para IMAC y ya le fue aprobado?, ¿Qué sector de la iniciativa privada le ha firmado convenio para el beneficio de esta presumida inversión que no tiene proyecto, ni siquiera una prospectación de necesidades en materia de arte y cultura que le permita establecer el más mínimo compromiso con la ciudadanía en general; así como con la comunidad artística y cultural?

Al momento el IMAC, cuenta con algunas coordinaciones cubiertas como Casa de la Cultura de Tijuana y su «Señora de los cielos» Ana Cristina Ramos de Vega, quien está recién llegada a Tijuana pues ha vivido 25 años fuera de la frontera, Aída Méndez en la coordinación de la Red de Bibliotecas Públicas Municipales, y quien alguna vez ocupó el puesto de asistente de dirección en los tiempos de Alejandro Rodríguez Ruiz Velazco, Elizabeth Pineda quien está repitiendo puesto en la coordinación de la Casa de Cultura Playas de Tijuana y quien ocupó por 24 años la asistencia de la coordinación de la Casa de la Cultura de Tijuana, la cantante de covers de música regional mexicana local Paola Lozano, quien le brinda más tiempo a promover su carrera de cantante que la promoción y difusión de las actividades que se desarrollan en Casa de la Cultura San Antonio de los Buenos, desconociéndose hasta el momento quién atiende en Casa de Cultura El Pípila y qué pasará con resquebrajada infraestructura de la Casa de Cultura Cerro Colorado.

Por otras coordinaciones, como Archivo Histórico, el Museo de Historia de Tijuana, Galerías, Enlace Binacional, Comunicación y Relaciones Públicas, Proyectos Especiales, Animación y Cultura Popular, Vinculación Educativa, ya mejor ni les contamos, porque obviamente, si no hay proyecto, tampoco hay equipo.

En tanto que, bien cabe aclararle al presidente que,  el Alma de Tijuana no está perdida. La ciudad, desde siempre ha contado con una profesional y pujante cultura independiente que ha venido tomando la representatividad de la frontera más importante del mundo con admirables participaciones nacionales e internacionales, donde la participación del IMAC ha brillado por su ausencia, por lo menos en los últimos 5 años.

En materia de arte y cultura en Tijuana, señor Presidente, nos pesa mucho la lentísima curva de aprendizaje de los nuevos gobiernos, así como el cumplimiento de compromisos personales, cuando hay una ciudadanía con demandas clarísimas, la función pública debe dejar de ser un experimento para las y los nuevos funcionarios, quienes además están en la obligación de detonar la participación ciudadana con proyectos establecidos a través de las aperturas programáticas de su plan cultural, que esté basado en necesidades reales, y no en supuestos.

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